
Hay una nostalgia que no duele, que más bien acaricia. Esa que aparece cuando nos detenemos un instante y sentimos que algo de nuestra historia sigue vibrando en la punta de los dedos. A veces brota con una palabra, otras con un aroma, con una imagen que no sabíamos que recordábamos.

La escritura es, quizás, la forma más humana de hacerle un lugar a esa nostalgia: no para quedarnos atrapados en el pasado, sino para reconocer nuestras raíces, lo que nos sostiene incluso cuando no lo vemos.
Escribir es una manera de volver.
Volver a las capas que nos fueron formando, a las emociones que nos guiaron sin que lo notáramos, a las pequeñas experiencias que dejaron huella.
Me gusta pensar que cuando escribimos, algo se acomoda. Que la palabra trae claridad, pero también abrigo. Que convierte lo difuso en forma, y lo incierto en un espacio posible.
Hay experiencias en las que la palabra se potencia aún más: cuando la unimos con lo sensorial, cuando el entorno también participa de la creación. El tacto, las texturas, los colores, un espacio cálido, todo empieza a trabajar a favor de lo que queremos expresar. La nostalgia se vuelve creación. Las raíces se vuelven obra.

Por eso, esta vez quiero invitarte a un encuentro que une escritura, arte y sensibilidad en un mismo rito creativo.

Taller “Cosecha de palabras: escribir y crear”
Un espacio íntimo y sensorial para despedir el año creando, escribiendo y brindando a la luz de las velas, en Bodega Cava Don Tulio (Luján de Cuyo, Mendoza). El día viernes 21 de noviembre, a las 18:00hs. La escritura guiada por mí y el collage acompañado por Estefanía Pellegrino.
Si sentís que este espacio te llama, podés adquirir tu entrada por entrada web o escribirnos directamente por Instagram:
@_aguirre_micaela_ @cavadontulio