Un abordaje desde la salud pública y la comunicación responsable
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una iniciativa impulsada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo es claro: reducir la incidencia del suicidio mediante estrategias de prevención, sensibilización y acceso a recursos adecuados.

Panorama epidemiológico
- Más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año en el mundo.
- En Argentina, se registran aproximadamente 9 muertes por día por esta causa.
- El suicidio representa la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años.
Estas cifras evidencian la necesidad de políticas públicas integrales que incluyan salud mental, educación, comunicación institucional y redes comunitarias de contención.
El suicidio es un fenómeno multicausal. Entre los factores de riesgo más relevantes se encuentran:
- Trastornos mentales no tratados (depresión, ansiedad, consumo problemático).
- Aislamiento social, antecedentes familiares, violencia o abuso.
- Acceso a medios letales y falta de atención especializada.

La prevención requiere un enfoque intersectorial que articule:
- Capacitación de profesionales en detección temprana.
- Protocolos de intervención en instituciones educativas y laborales.
- Campañas de comunicación que promuevan el diálogo y reduzcan el estigma.
Desde Prendete Post creemos que la comunicación pública, es fundamental:
Evitar el sensacionalismo y el detalle de métodos utilizados.
Incluir datos de contacto de líneas de ayuda (como el 0800 999 0091 en Argentina).
Promover narrativas que habiliten la búsqueda de ayuda y la empatía social.
El lema actual, “Cambiar la narrativa”, interpela directamente a los comunicadores: transformar el enfoque desde el morbo hacia la prevención, desde el tabú hacia la responsabilidad.
