Día del Lector: leer en Argentina es mucho más que un hábito

Día del Lector: leer en Argentina es mucho más que un hábito
Photo by Jaredd Craig / Unsplash


Cada 24 de agosto celebramos en Argentina el Día del Lector, en homenaje al nacimiento de Jorge Luis Borges. Pero más allá del tributo al gran escritor, esta fecha nos invita a pensar qué significa leer hoy, en un país donde los libros conviven con pantallas, memes y titulares que duran menos que un café.
Leer no es solo cultura. Es pausa. Es elección. Es una forma de pensar por cuenta propia en medio del ruido. En cada rincón del país —desde una biblioteca popular hasta una plaza con Wi-Fi intermitente— hay alguien que abre un libro y se conecta con algo más profundo que cualquier red social.
La literatura argentina siempre fue intensa, incómoda, provocadora. Nos enseñó a leer entre líneas, a desconfiar del narrador, a encontrar belleza en lo inesperado. Y el lector argentino, con su mezcla de curiosidad y coraje, sigue apostando por la palabra escrita como refugio, como herramienta, como trinchera.
Hoy, en tiempos de velocidad y pantallas, leer sigue siendo un acto de resistencia. Porque no hay algoritmo que entienda el doble sentido de un cuento de Fontanarrosa, ni inteligencia artificial que capture el silencio que deja un poema de Alejandra Pizarnik.
Así que celebremos al lector. Al que subraya, al que relee, al que recomienda. Porque en Argentina, leer no es moda. Es identidad.