Los Caligaris volvieron a demostrar por qué su música es sinónimo de alegría. Desde Córdoba para el mundo, la banda desplegó un show explosivo, lleno de color, maquillaje y una puesta que mezcla murga circense con el ritmo contagioso del cuarteto.

Sobre el escenario todo se transforma: artistas que rotan, bailan, cantan y sorprenden a cada instante, mientras el público no deja de saltar, bailar y participar. La energía es mutua: no faltó el gesto de humanidad y cercanía cuando la banda se bajó a saludar, confirmando la amabilidad y la chispa que los caracteriza.









Una verdadera fiesta popular, donde la música, el humor y el espíritu cordobés se funden en un espectáculo familiar y luminoso.







Fotografías 📸 Laura Musere